Al momento de solicitar un crédito hipotecario para la compra de tu próxima vivienda, seguramente habrás notado que uno de los requisitos obligatorios es contratar algunos seguros, entre ellos, el seguro de daños. A continuación, te explicamos por qué es necesario e importante.
Un crédito hipotecario, como bien sabes, es un préstamo que se concede a largo plazo, por lo que se está expuesto a sufrir daños materiales. Para mitigar los riesgos de los involucrados en el financiamiento, las entidades crediticias solicitan que los titulares cuenten con pólizas de seguros.
Uno de los seguros obligatorios y más cruciales que se solicitan es el Seguro de Daños, el cual protege al inmueble hipotecado, frente a siniestros conforme a lo establecido en el contrato de póliza y las coberturas contratadas.
Algunos de los percances que cubren son incendios o fenómenos naturales como inundaciones, terremotos, huracanes, entre otros. Con base en la suma asegurada, se determina el monto de la indemnización, de acuerdo con el dictamen del ajustador. Por cobertura entendemos el monto que, conforme al tipo de riesgo, cubre un seguro en caso de siniestro.
Cabe mencionar que, el seguro de daños entrará en vigor solo si los pagos del crédito se encuentran al corriente y cumplan con la antigüedad mínima establecida. Siendo la primera beneficiaria la entidad financiera con la cual tienes la deuda.
Es muy importante que, al momento de contratar un crédito hipotecario, solicites a la entidad financiera, la póliza o certificado del seguro que estás contratando con motivo del crédito hipotecario. En la póliza se debe indicar las coberturas a las cuales tienes derecho, así como las condiciones generales y la cantidad máxima posible por la que responderá la asegura en caso de pérdida total o parcial. ¡Toda esa información la debes conocer y resguardar!
Prácticamente en cualquier reclamación por daños a las construcciones y contenidos amparados, la aseguradora aplica un deducible que se indica en la carátula de la póliza. Asimismo, el asegurado debe soportar por cuenta propia un porcentaje de toda pérdida o daño indemnizable, factor de coaseguro que también se menciona en la carátula y que se aplica después de haber descontado el deducible.
Hay que aclarar que el Seguro de Daños no es un Seguro de Casa Habitación. Por lo que, solo está pensado para proteger el inmueble y no brinda protección sobre los bienes dentro de la vivienda, a menos que así lo indique la póliza, cuya indemnización en ese caso corresponde también a un porcentaje de la suma asegurada o el valor de la construcción.
Además, dentro de las pólizas de seguro, en algunos casos, puedes encontrar una cobertura por gastos extraordinarios, los cuales son gastos que pudieras necesitar en caso de que por un siniestro tengas que desocupar tu vivienda. Los cuales abarcan pago de renta, traslado de bienes y personas que se hayan rescatado. Todo esto, generalmente, también se encuentran sujetos a un porcentaje de la suma asegurada.
Si bien, todas las entidades financieras te pueden presentar sus opciones de seguros, estás en tu derecho de contratar el seguro con la entidad de tu preferencia, siempre y cuando se ajuste a las características de tu préstamo hipotecario.
Para conocer más acerca del otorgamiento de créditos hipotecarios, te invitamos a leer la siguiente sección: Créditos Hipotecarios.
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