Más allá de representar un gran logro personal y un paso importante en el camino de construir un patrimonio, adquirir una casa propia es una decisión que requiere análisis detallado de cada una de las partes del proceso, desde el tipo de vivienda que se desea hasta las opciones de crédito hipotecario en el mercado.
Aunque al inicio la compra pudiera parecer un gasto, en el fondo se está generando un ahorro que en el largo plazo será remunerable. Ya sea porque dejarás de pagar renta de un inmueble que no es tuyo o porque podrás venderlo en otro momento si así lo deseas.
Es ahí donde se abre una posibilidad para quienes ven en el sector inmobiliario una buena oportunidad de inversión. La vivienda es un bien que lejos de perder su valor les dará garantías de éxito.
De esta forma si ya tienes experiencia invirtiendo en proyectos y empresas, en la solicitud de crédito PYME y créditos para negocios, es momento de que voltees a ver al sector inmobiliario y le des una oportunidad.
Podrás encontrar en él, un complemento que te permitirá diversificar tu cartera.
Una vivienda puede aumentar o disminuir su valor dependiendo de varios factores: el desarrollo de la zona donde se encuentra, las condiciones del inmueble, las modificaciones que haya sufrido y el tamaño del terreno.
De esta forma no sólo la plusvalía influye fuertemente en el cálculo del precio de mercado sino también lo hace la depreciación.
El valor de la edificación tiene una obsolescencia tras la cual se debe invertir en reparaciones para no dejar caer el valor. Así, la compra de una propiedad como una inversión también debe darse en un tiempo determinado para que pueda aprovecharse al máximo y obtener beneficios de la misma.
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El valor de un terreno tiende a crecer de manera constante debido a la demanda y mejora de servicios. Antes de una compra es necesario que investigues sobre escuelas, hospitales, centros comerciales, avenidas principales, parques y transporte público cercanos.
La compra de una vivienda con el objetivo de alquilarla después se presenta como una de las inversiones inmobiliarias más recurrentes.
Durante 2016 la renta de inmuebles tuvo un comportamiento a la alza debido en gran medida a los movimientos de migración interna de una ciudad a otra, la llegada de extranjeros como parte del equipo de trabajo de las trasnacionales asentadas en el país y, por supuesto, a la generación Millennial (aquellos nacidos en las décadas de 1980 y 1990) que se inclina hacia la vivienda en alquiler.
De acuerdo con información del portal inmobiliario Lamudi, los mexicanos que sienten mayor predilección por la compra de propiedades son los pertenecientes a las generaciones: “baby boomers” y “generación x”, que siguen siendo el mercado más grande con el 53.9% de participación.
Este sector de la población es el que valora más la seguridad, lo cual se ve reflejado en el interés por adquirir una vivienda sobre la renta.
El sector inmobiliario en nuestro país se ha caracterizado por presentar en años recientes una fuerte estabilidad, con una infraestructura moderna.
De esta forma el mercado de créditos para vivienda también ha presentado un crecimiento con nuevas opciones ofrecidas por instituciones financieras como ION, que busca entender las necesidades del cliente y adaptarse de ser necesario a sus características para ofrecer soluciones a la medida y en el menor tiempo posible.