Hoy en día el mercado inmobiliario cuenta con una gran diversidad de opciones para quienes buscan una vivienda nueva.
Sus amplias alternativas crean la necesidad de un análisis minucioso antes de la compra, y una comparación con las necesidades y gustos de cada interesado.
Si buscas un departamento nuevo, antes de revisar opciones de inmuebles listos para entregarse considera la posibilidad de la fase de preventa.
De esta forma queda asentada la importancia de que conozcas los aspectos más relevantes de cada uno de estos esquemas. Recuerda que se trata de tu patrimonio y tiene que ser funcional y de tu total agrado.
Obra lista para habitar
Esta decisión está muy ligada al tipo de crédito hipotecario que vayas a solicitar y en qué institución financiera. En su mayoría obligan al comprador a correr contra el tiempo una vez autorizado el préstamo.
Es en estos casos donde los inmuebles listos para entregarse se vuelven la mejor opción.
La mayor ventaja de este esquema es la posibilidad de habitar la vivienda de forma inmediata. Además, poder disfrutar los servicios que conforman el valor agregado a las viviendas actuales.
En el terreno de la construcción se le conocen como amenidades y van desde un gimnasio o alberca hasta un jardín de juegos, terraza con asador, roof garden y salón de fiestas.
Obra blanca
La desventaja de las viviendas terminadas es que se tienen que aceptar tal como se entregan, sin realizar alguna modificación. La opción que se tiene para comprar un inmueble de entrega inmediata y personalizarlo con detalles es hacerlo en “obra blanca”.
Esta fase se refiere a una vivienda casi terminada, con muros divisorios y pisos listos para recibir los acabados. La idea es que el comprador elija el tipo de barandales, recubrimientos, pisos, y accesorios en baños y cocina.
El resultado es una vivienda con personalidad propia.
Obra en preventa
Si tu plan para estrenar casa no es tan urgente y puedes seguir rentando, la preventa te ofrece ventajas atractivas. Este esquema funciona de manera muy sencilla.
Apartas el inmueble con una cantidad mínima y firmas un contrato de compra-venta.
El compromiso es cubrir el enganche de manera diferida durante los meses que tarde la construcción. La deuda se liquida a la entrega, casi siempre mediante un préstamo hipotecario.
El tema de las preventas inmobiliarias es uno de los más controversiales en la industria.
Hay quienes han encontrado grandes beneficios, entregas puntuales y ganancias en plusvalías. Pero también existen los casos de quienes han perdido su depósito, han sufrido entregas tardías y muchos dolores de cabeza.
Por lo general, las preventas se comercializan antes de que la constructora coloque siquiera la primera piedra.
Este hecho representa ventajas para todos: el desarrollador consigue capital para construir y, el cliente, tiempo para pagar el enganche. Generalmente ese pago es del 30% del precio del inmueble.
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Otra ventaja de la preventa es que ofrecen buena plusvalía, un promedio del 25%, dependiendo del tipo de inmueble y la zona. De acuerdo con el avance, el desarrollador ofrece precios preferenciales, más bajos de lo que costará el inmueble ya terminado.
A mayor avance, menor descuento.
Obra gris
Comprar una vivienda en obra gris no representa que tú serás quien deba acabar de construirla. Se trata más bien de un inmueble terminado en concreto, con cancelería pero sin niveles y ni muros divisorios.
Ya cuenta con todas las instalaciones eléctricas y sanitarias pero con espacios abiertos para modificaciones de acuerdo con tus gustos.
Con esta libertad se pueden trazar los muros, limitar espacios y conceptualizar un ambiente nuevo al planeado en un inicio. Dependiendo del tipo de materiales y requerimientos será el tamaño de la inversión económica que se requiera.
Actualmente este tipo de compras no recibe créditos para vivienda de Infonavit o Fovissste.
Sólo algunos bancos ofrecen un apoyo para comprar el inmueble y otro financiamiento personal para cubrir el monto de los acabados. Así, el pago de la hipoteca es más flexible.
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