Si pensabas que después de pagar el crédito hipotecario que sacaste todo estaba hecho, te tenemos una noticia, no es así.
Si bien pagar el crédito es la parte más complicada dentro del proceso, saldar el monto no es la parte final, pues después de esto aún quedan cosas por hacer.
Si tienes dudas de qué es lo que sigue, en este artículo te diremos todo lo que debes saber.
Lo primero que debes de saber es que cuando has pagado el último abono, la liberación de tu hipoteca no se hace de forma inmediata, pues para que la casa sea legalmente de tu propiedad hay una serie de puntos con los que debes cumplir.
Ponte en contacto con la financiera que te dio el crédito hipotecario
El paso número uno al terminar de saldar tu crédito hipotecario es que reanudes comunicación con la financiera o banco con la que lo solicitaste, pues ellos serán los primeros en orientarte sobre lo que debes hacer después.
Por lo general es la institución quien gira las instrucciones a los notarios correspondientes para proceder con el trámite legal del inmueble, pues el paso siguiente será preparar la cancelación de las escrituras del préstamo.
Tramita la liberación del gravamen
Cuando trámitas un crédito hipotecario a través de una financiera o banco, la institución registra un gravamen ante el Registro Público de la Propiedad y Comercio para evitar que durante el proceso tú puedas vender la casa.
Este documento también da la preferencia del inmueble a quién te prestó el dinero, es decir, en caso de que tú no termines de pagar los acreditadores serán los legítimos dueños y así garantizan que nadie pueda tocar la propiedad antes que ellos.
Lo primero que debes hacer cuando has terminado de pagar tu crédito hipotecario es quitar el embargo de tu propiedad, esto se debe hacer a través de un notario público quien emite el certificado de liberación de gravamen ante el Registro Público de la Propiedad.
Dicho trámite tiene un tiempo variable de demora, pues en ocasiones el certificado es liberado en cinco días, pero en otros casos puede durar meses y aunque muchos lo consideran tedioso es necesario para que puedas disponer de tu propiedad sin restricciones.
Cuando tengas en tu poder este documento podrás hacer lo que quieras con tu vivienda: venderla, traspasarla, rentarla o incluso hipotecarla de nuevo para adquirir un nuevo crédito.
Debes tener presente que la liberación del gravamen no es un proceso automático, sino que lo debes realizar de forma personal al momento de finiquitar tu compromiso monetario.
El costo de este trámite no es muy elevado; sin embargo, varía según el lugar, ya que en algunas entidades como la Ciudad de México puedes encontrarlo desde 592 pesos y en otras incluso en un menor porcentaje.
Es por ello que se recomienda realizarlo este pago de forma puntual, pues es común que las personas dejen pasar esta clase de procesos y las consecuencias se hacen presentes en cualquier momento.
Lo ideal es que si ya cumpliste durante varios años con los pagos puntuales de tu hipoteca termines el proceso en tiempo y evites retrasos o problemas innecesarios y puedas disponer con libertad de tu propiedad en el momento que quieras.
Puedes consultar el proceso completo de la liberación de gravamen con la financiera con la que tramitaste tu crédito o con un notario de tu confianza para resolver todas las dudas que tengas al respecto.
Recuerda que al igual que en el proceso inicial de un crédito, la premura en la entrega de documentación facilitará para que el proceso de liberación de gravamen sea mucho más ágil.
Disfruta tu propiedad
Cuando ya has realizado el pago absoluto de tu crédito hipotecario y tramitado la liberación del gravamen, el paso final es disfrutar de tu patrimonio que ya se encontrará libre de cualquier restricción.
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