El Big Data es un concepto que se relaciona con el análisis y gestión de grandes volúmenes de datos que no pueden canalizarse de manera tradicional.
La razón es que superan las capacidades y límites de las herramientas de software que usualmente son utilizadas para la captura, gestión y procesamiento de datos.
Su objetivo primordial es convertir el dato en información que facilite la toma de decisiones en tiempo real.
Según los analistas del mercado de bienes inmuebles, si se hubiese adoptado antes el Big Data en el sector inmobiliario, se habría ayudado a anticipar la crisis y superar sus efectos.
Por poner algunos ejemplos, de haber usado el Big Data en su debido momento, se habrían enterado sobre las áreas en las que la demanda ya estaba agotada y determinados desarrollos ocurridos en la última etapa del boom inmobiliario no habrían ocurrido.
La aplicación del Big Data supone un cambio importante en el sector inmobiliario, facilita información más precisa y permite que inversionistas y vendedores puedan tomar decisiones más acertadas en tiempos prudenciales.
Entre los beneficios que se pueden obtener están:
Los datos estadísticos siempre ayudan eficazmente a tener una visión ajustada al momento.
Las empresas que por lo general hacen grandes inversiones económicas, tal y como ocurre con la industria inmobiliaria.
Ven en el Big Data una herramienta que, no solo evita que se cometan los errores del pasado, sino que ofrece un panorama completo y fiable de todo el mercado de bienes inmuebles en todos sus niveles.
Toda información precisa es vital para lograr el éxito y evitar el lamentable fracaso de una promoción planeada y ejecutada en un momento inoportuno.
Adicionalmente, se convierte en una ayuda extraordinaria cuando se está buscando y gestionando un financiamiento externo.
El Big data es también una excelente herramienta si tu desarrolladora planea construir en el extranjero y no conoces en profundidad cómo se mueve el mercado en un lugar determinado.
Con ese tipo de datos y una información precisa y ajustada se reduce considerablemente el temido índice de riesgo de inversión, pues se analiza con precisión y a detalle el mercado inmobiliario y de los bienes raíces.
El sector inmobiliario aprende día a día a convivir estrechamente con la tecnología de avanzada y a adaptarse a ella, según sus parámetros y condicionamientos.
Por lo que estudiar el comportamiento de los usuarios, de las transacciones que realicen, de sus estimaciones de compra, venta o alquiler es un recurso que facilita muchos procesos.