Los micronegocios se han posicionado como una de las mejores formas de obtener un ingreso de manera independiente, pues no se requiere mucha inversión y realmente hay muchas opciones.
¿Has escuchado mucho la palabra “micronegocio”, pero no sabes exactamente qué es ni cómo puedes emprender uno de manera relativamente sencilla? Pues aquí te vamos a decir todo lo que necesitas saber para llevar tus planes a la acción de una buena vez.
¿Qué es un micronegocio?
Un micronegocio es una unidad económica conformada por no más de nueve personas, cuyo objetivo principal es desarrollar una actividad productiva para generar ingresos.
Algunas de las características principales de los micronegocios, aunque pueden variar, son:
- Contar con menos de nueve empleados, incluido el propietario.
- Obtener menos de 250,000 dólares al año en ingresos.
- Requerir menos de 50,000 dólares para empezar.
Se trata de una de las partes más importantes dentro del desarrollo de la economía de México y de muchos países. Si el 50% o más de los micronegocios desapareciera, la economía dejaría de funcionar.
Los micronegocios ayudan a la economía del país porque generan nuevos empleos, incrementan el poder adquisitivo y reducen los costos de producción.
Tipos de micronegocios que existen
Las posibilidades dentro de los micronegocios realmente son muy amplias. Abarcan desde un emprendimiento de manera individual, hasta un proyecto más elaborado, como…
- Farmacias
- Restaurantes o fondas
- Servicios informáticos
- Contabilidad
- Etcétera
Cualquier cosa en la que seas bueno y que te apasione se puede convertir en un micronegocio si así lo deseas y si trabajas para ello. La mayoría de veces, las grandes ideas vienen de estos pequeños emprendimientos.
¿Cómo funciona un micronegocio?
Un micronegocio funciona prácticamente igual que las empresas grandes. Se tiene que elegir una estructura legal comercial, establecer una configuración financiera, obtener permisos y licencias comerciales y empezar a trabajar.
Si quieres comenzar solo tú, lo ideal es que inicies tu proyecto como una empresa unipersonal, que es el método más simple.
La verdadera diferencia entre un micronegocio y una empresa es la escala en la que opera, es decir, el número de empleados que tiene, la inversión que requiere para funcionar y el nivel de producción.
Lo que no cambia son las obligaciones que tienen, por ejemplo, pagar impuestos sobre la renta, impuestos sobre la nómina y las ventas, y demás obligaciones fiscales que aplican para cualquier tipo de empresa, incluidos los micronegocios.
Ventajas y desventajas de un micronegocio
Como cualquier negocio y emprendimiento, los micronegocios presentan ventajas y desventajas, las cuales es bueno considerar antes de pensar realmente en arrancar con un proyecto.
Abordemos ambos aspectos.
Ventajas de un micronegocio
Algunas de las ventajas más importantes de contar con un micronegocio son las siguientes.
1. Mayor nivel de especialización
Los micronegocios tienen la posibilidad de enfocarse en un mercado determinado y reducido, sin que esto afecte su rentabilidad, pues pueden ir expandiendo su nicho poco a poco, conforme van viendo resultados.
Esto se debe, en gran medida, a que no tienen que empezar ganando mucho dinero porque no tienen una nómina demasiado grande que cubrir ni que invertir demasiado para arrancar su proyecto.
2. Mayor adaptabilidad y flexibilidad
Contar con un equipo de trabajo reducido permite a los micronegocios realizar o implementar cambios adaptativos en periodos muy cortos, gracias a que la toma de decisiones se agilizan al no tener que pasar por muchas áreas o responsables.
Además, ante las demandas de los clientes, pueden unir o desarrollar ideas de manera más sencilla y aprovechar las oportunidades de mercado, pues es mucho más fácil alistar a un grupo pequeño de empleados que a numerosos colaboradores.
Los empleados de un micronegocio suelen tener un nivel más alto de adaptabilidad frente a los cambios, debido a que, en la mayoría de ocasiones, ocupan diferentes puestos al mismo tiempo, siendo multidisciplinarios.
3. Costos y gastos reducidos
Contar con mucho personal, servicios y procesos de producción también conlleva mayores costos de operación, como espacios de trabajo, servicios, nómina, entre muchos otros conceptos.
En este sentido, los micronegocios presentan otro beneficio: el tamaño de los equipos permite ahorrar en costos generales y hay menos necesidad de contar con elementos de supervisión, por ejemplo, pues se pueden automatizar algunos procesos en caso de que sean sencillos y no tan continuos.
4. Pueden conocer mejor a los clientes
Conocer mejor a los clientes trae muchos beneficios porque ayuda a saber de forma más precisa cómo llegar a ellos y tener éxito. No es lo mismo estar al pendiente de 100 clientes que de miles o millones.
Esto ayuda a que haya un mejor control y una mejor comunicación con ellos para poder detectar sus necesidades y sus problemas inmediatos para comenzar a buscar soluciones y brindárselas para que el micronegocio siga creciendo y generando.
Desventajas de un micronegocio
Ahora que conoces los puntos positivos de un micronegocio, es momento de pasar a los contras.
1. Mayor carga de trabajo
Cuando hay menos gente trabajando en la gestión de un negocio, las responsabilidades suelen ser mayores para cada miembro, pues se tienen que cubrir los requerimientos con menos personal.
Sin embargo, si se hace una buena planeación, es posible sacar adelante todas las tareas sin mayor problema. Solo es cuestión de que haya una organización acertada entre todas las partes y que se trabaje para automatizar algunos procesos.
2. Más riesgos y desafíos de financiamiento
Lamentablemente, el Gobierno no suele prestar demasiada atención a los micronegocios, por lo que las oportunidades de financiamiento y apoyo suelen ser menores que aquellas a las que tienen acceso las grandes empresas.
Esto repercute en las posibilidades que tienen de mantenerse en pie en situaciones financieras poco favorables, siendo más sencillo que vayan a la quiebra ante alguna crisis o ante un bajo rendimiento en ventas por falta de liquidez.
El tamaño sí importa cuando se trata de un negocio, pues cuanto más importante es una marca o es mayor su facturación, pueden tener acceso a apoyos o a créditos de manera mucho más fácil por los registros financieros que tienen, que son importantes para solicitar préstamos o conseguir inversores.
Cómo emprender un micronegocio paso a paso
Después de leer todo lo anterior, ¿estás decidido a emprender un micronegocio? Si es así, déjanos ayudarte dándote un paso a paso sobre cómo iniciar uno y no fallar en el intento.
1. Encuentra motivación suficiente para dar el paso inicial
Empezar un micronegocio requiere mucha motivación y disciplina para no abandonar nuestro proyecto ante la primera dificultad. Además, es clave para tener una visión clara sobre lo que se quiere conseguir en un futuro.
Aunque se trata, efectivamente, de negocios pequeños, en el largo plazo, puede constituirse como una empresa grande si así lo deseas y si trabajas para conseguir ese objetivo.
Cualquier emprendimiento tiene que iniciar teniendo plena confianza y seguridad en que se pueden lograr grandes cosas.
2. Plantéate objetivos a corto y largo plazo
Puede haber muchas razones detrás de la creación de un micronegocio. Hay personas que inician el proyecto para crecer y convertirse en grandes empresas, otros solo quieren tener algún ingreso extra.
Determina muy bien qué objetivos tienen a corto y largo plazo de manera honesta para que sepas hacia dónde llevar tu proyecto y realmente emprender acciones que te acerquen a esa meta.
3. Elabora un plan de negocio
Una vez que tengas claros los objetivos a corto, mediano y largo plazo tienes que elaborar un documento donde incluyas cada uno de ellos para comenzar a crear estrategias que te lleven a cumplirlos cuando inicies tu micronegocio.
La redacción de un plan de negocio te permitirá estar enfocado y a identificar mejor elementos clave, como:
- Mercado disponible para tus productos o servicios.
- Tu perspectiva actual sobre el negocio.
- Competidores directos e indirectos en el mercado.
- Clientes potenciales.
- Presupuesto para saber cuánto necesitas para sobrevivir al primer año.
- Etcétera.
4. Decide la estructura de tu micronegocio
Determinar la estructura comercial de tu micronegocio es muy importante tanto en el plano legal como en el administrativo.
Las dos estructuras más económicas son las unipersonales (negocios con un único propietario) y las sociedades (dos o más propietarios). Son las dos utilizadas para micronegocios.
En ellas, los propietarios tienen todo el poder en las decisiones comerciales y tienen que encargarse de la parte administrativa (gastos, ingresos, pérdidas) para tener un control de las ganancias y las deudas.
En caso, por ejemplo, de ir a la quiebra, pueden declararse en bancarrota y dar por terminadas sus deudas, pero dañando su historial crediticio durante este proceso.
Aquí tienes que investigar muy bien qué es lo que conviene, dependiendo del tipo de micronegocio que vayas a poner en funcionamiento para evitar problemas legales más adelante.
5. Anticipa necesidades financieras
Es muy importante tener una proyección sobre los gastos que conllevará el micronegocio. Por ello, tienes que armar un plan financiero bien estructurado y con bases sólidas y reales para hacer frente a los retos económicos.
Gran parte de los micronegocios no supera los dos años de vida por falta de recursos financieros, lo cual se debe principalmente a un nulo planteamiento de las necesidades económicas que se pueden tener a lo largo del tiempo, una vez arrancado el proyecto.
De preferencia, realiza previsiones de financiación teniendo contemplados al menos 12 meses de costos operativos. Esto te permitirá tener un presupuesto real y razonable para ejecutar adecuadamente tu plan de negocios.
Dentro de todas las estimaciones, no pueden faltar los conceptos de:
- Necesidades salariales
- Costos iniciales (equipos, maquinaria, instalaciones, remodelación, licencia, etc.)
- Costos directos (materia prima e inventario)
- Gastos generales (alquiler, suministros de oficina, servicios, mantenimiento)
- Gastos recurrentes (impuestos, publicidad, marketing, seguro, etc.)
Este cálculo te ayudará a tener estimaciones certeras sobre las necesidades financieras que puede tener tu micronegocio y evaluar de qué manera podrás solventarlas y, en caso de no poder hacerlo con ventas, buscar otros métodos.
6. Realiza e implementa estrategias de publicidad y marketing
La publicidad y el marketing suelen ser vistos como un gasto, pero la realidad es que son indispensables para tener un micronegocio exitoso. Tienes que saber cómo llegar a tus clientes potenciales para realmente ir en crecimiento y obtener rentabilidad.
Lo anterior se logra por medio de estrategias de marketing, es decir, realizar investigaciones a fondo sobre dónde se encuentran tus clientes potenciales, cómo puedes llegar a ellos y, posteriormente, lanzar campañas (anuncios, email marketing, SEO, etcétera).
Si tu micronegocio no es conocido, ¿cómo va a despegar? Invierte de manera inteligente en este aspecto para poder alcanzar tus metas.
7. Pon a prueba tus productos o servicios
Este es uno de los pasos que más se suelen saltar, pero es muy importante llevarlo a cabo. Se trata de realizar prototipos de tus productos o servicios y regalarlos a algunos consumidores para saber de qué manera podemos mejorarlos.
Después de realizar las pruebas, tienes varias opciones para medir los resultados: encuestas, comentarios, entrevistas. Tienes que crear un ambiente de confianza para que la gente se sienta segura y confiada y sea sincera.
Así puedes realizar modificaciones en los productos de tu micronegocio antes del lanzamiento oficial.
8. Pon en marcha tu micronegocio y preséntalo
Después de que tengas todo lo anterior, tienes que presentar ahora sí tu micronegocio de manera oficial tanto a los clientes como a nivel legal para que tenga el respaldo correspondiente.
Solo queda que seas paciente en lo que tu proyecto de inversión despega para que comiences a ver resultados positivos. Asimismo, recuerda que debes trabajar siempre para ir detectando fallas e ir implementando soluciones.
Conclusión
Un micronegocio es una excelente opción para comenzar a generar otros ingresos y ¿por qué no? Escalar hasta convertirlo en una gran empresa si ese es el objetivo en el largo plazo.
Si estás pensando en iniciar, pero te da miedo no tener el dinero suficiente para poder arrancar o mantenerlo los primeros meses, ¡quítate esas barreras y no dudes en buscar apoyo!
Puede parecer contradictorio querer iniciar algo con capital que no te pertenece, pero si haces una buena gestión y eliges un crédito que cubra con tus necesidades y se ajuste a tu presupuesto, puedes obtener grandes resultados.
En ION, buscamos ayudar a las personas a cumplir y alcanzar sus sueños. Así que si quieres o necesitas un impulso para lograrlo, no dudes en ponerte en contacto con nuestros asesores. Juntos encontraremos el camino hacia el éxito.
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