En ocasiones, cuando se quiere adquirir un crédito de liquidez, el papel del obligado solidario entra en tema, pero muchas personas no conocen qué es ni qué papel tiene dentro de la solicitud de un crédito.
¿Te solicitan tener o ser un obligado solidario? Primero infórmate en este post sobre todo lo que necesitas saber para que puedas actuar en consecuencia y no haya ningún malentendido.
Con esto, queda obligado a cumplir o responder a las responsabilidades del acreditado, pero en este caso, no hace falta que el deudor no cumpla con sus compromisos; aunque lo haga, el obligado solidario puede pagar la deuda.
Asimismo, la deuda va para ambos historiales crediticios, es decir, tanto quien solicita el crédito como el deudor solidario tendrán ese compromiso en el Buró de Crédito hasta que finalice y se finiquite.
Para poder entender a fondo el papel del obligado solidario, tienes que comprender tres conceptos básicos:
En el caso de los créditos, se relacionan con el pago de la deuda contraída.
En el caso de créditos o arrendamiento, el que existan obligados solidarios supone que existe una mancomunidad de deudores solidarios, lo que da derecho a la entidad financiera que otorga el crédito de cobrar indistintamente a uno u otro.
En las obligaciones activas, el deudor puede realizar el pago hacia cualquier acreedor mientras no haya una demanda de por medio. En caso de que sí, el pago únicamente debe dirigirse al acreedor que entabló la demanda.
Por otro lado, en cuanto a la solidaridad pasiva, se da cuando hay dos o más deudores en una misma obligación. En este caso, el acreedor tiene el derecho de reclamar el monto de la deuda a cualquier deudor o a todos simultáneamente.
Todas las obligaciones solidarias están reguladas en los artículos 1984 al 2010 en el Código Civil.
Sin embargo, este concepto se ha modificado en los últimos años, pues en la mayoría de ocasiones, el obligado solidario solo tiene peso cuando el deudor no cumple con sus compromisos.
El obligado solidario representa la última opción de cobrar la deuda, en caso de no existir otros medios de pago. Se ha vuelto equivalente a la figura de aval.
A pesar de ser algo “solidario”, esta debe quedar estipulada por disposición de ley y pactarse a partir de un contrato, sino no podría considerarse como tal y no habría ningún tipo de compromiso real por parte del obligado solidario.
De esta forma, se establece que el arrendador puede cobrar de forma indistinta a cualquiera de las personas que quedan como responsables y así evitar problemas, al no tener un único arrendador y subarrendados.
Todas las partes contraen el mismo nivel de compromiso y, por tanto, se ven obligados a cumplir con lo estipulado en el contrato, evitando que solo una de las partes involucradas cargue con todo el peso que supone rentar una vivienda y realizar los pagos en tiempo y forma.
Este tipo de contrato es muy útil para evitar malentendidos y evitar problemas legales por incumplimiento de terceros.
Esto se debe a que la persona que funge con este papel adquiere plena responsabilidad, al mismo nivel que el deudor, ante la entidad que ofrece el crédito. Por lo tanto, hay mayores garantías y los procesos pueden ser más ágiles.
De esta manera, si se incumple con algún pago, la entidad financiera no puede cobrar a una sola persona, sino a dos o las que hayan quedado como obligados solidarios, teniendo el derecho de ir con quien ellos decidan, sin seguir una línea de jerarquía, como sucede con los avales.
En el caso de los créditos hipotecarios, el obligado solidario tiene derecho de apelar los cobros al titular deudor, de forma parcial o total. A pesar de ello, es muy importante que siempre se tenga en cuenta el compromiso adquirido, frente a quiénes se hará y a quiénes se respaldará.
Debido a que es cada vez más difícil que alguien acepte ser obligado solidario, muchos han optado por pagar comisiones a cambio de recibir estos servicios, lo que ha hecho que se convierta en un negocio.
Solo es conveniente aceptar este compromiso en dos escenarios:
Sea cual sea el caso, siempre se debe realizar la lectura del contrato para que se tengan claras las cláusulas y condiciones y tanto deudor como obligado solidario estén al tanto de lo que están firmando.
Muchas entidades han optado por otorgar esta opción para la adquisición de financiamientos, pues ofrece facilidades y garantías para ambas partes.
Sin embargo, es importante que siempre se tengan claras sus funciones y responsabilidades para saber cuándo solicitar o cuándo ser obligado solidario.