Al comenzar con los planes para la compra de tu vivienda y la solicitud de un préstamo hipotecario, de seguro estará en tu mente un inmueble con una buena ubicación, no muy lejos de la oficina, con plazas comerciales, hospitales, gimnasios y tiendas de autoservicio en los alrededores.
Sin la necesidad de utilizar el auto y con espacios para realizar actividades al aire libre. Pero, ¿alguna vez imaginaste que en un solo edificio pudieras tener todo?
Hoy esta fantasía es una realidad con la llegada de los llamados proyectos de uso mixto, un concepto que combina distintos usos de suelo dentro de una misma comunidad, es decir, donde las zonas residenciales conviven con áreas comerciales y oficinas, incluso, con hoteles o proyectos culturales como museos.
Proyectos de uso mixto, una tendencia a futuro
Aunque el concepto inmobiliario aparenta ser nuevo, en realidad ha formado parte de nuestra ciudad desde inicios del presente siglo, sin embargo, ha tomado relevancia entre las nuevas generaciones, básicamente los millennials, quienes buscan trabajar y vivir en la misma zona.
Los proyectos de uso mixto han tenido un gran impulso debido al encarecimiento de los terrenos en las grandes ciudades del país (CDMX, Guadalajara y Monterrey), así como la urgente necesidad de una menor movilidad urbana que aminore los problemas ambientales.
En su informe de marzo de 2016, la empresa de servicios financieros y profesionales JLL, registraba que para la construcción este año de 19 de edificios necesitaba 361,017 metros cuadrados, de los cuales sólo había disponibles 262,869 metros cuadrados. La zona que registra mayor demanda es la de Bosques de las Lomas con 36%, seguido de Reforma con 21%, donde la principal problemática es la falta de terrenos suficientemente grandes para hacer plantas eficientes.
Mientras más conceptos, mayor rentabilidad
El formato de uso mixto permite a los desarrolladores rentabilizar aún más su inversión. El método consiste en explotar el potencial de los terrenos construyendo hacia arriba para poder desarrollar productos complementarios.
Un edificio corporativo, por ejemplo, tiene un uso de lunes a viernes y en horarios de oficina, pero fuera de ese tiempo se vuelve improductivo al detener por completo su actividad. Es aquí donde cobra sentido el uso mixto. Al combinar esas oficinas con un centro comercial o de entretenimiento el horario de actividad se ampliará, haciendo más productiva las instalaciones.
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La clave para asegurar el éxito del edificio y promover su rentabilidad consiste en mantener la independencia de cada uno de los usos. Se debe contar con ingresos separados y una delimitación bastante clara tanto para los estacionamientos como para las áreas comunes.
Una opción para vivir
Los proyectos de usos mixtos se presentan como una buena opción para aplicar tu crédito hipotecario. Comprar un departamento en este tipo de complejos es más rentable que adquirirlo en una zona residencial debido principalmente a su localización. Suelen ubicarse en zonas de alta plusvalía, con avenidas principales y zonas Premium de la ciudad, además de contar con servicios alrededor como restaurantes u oficinas, factores que le otorgan un valor añadido al desarrollo.
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