Hasta cierto punto, es normal tener deudas. El problema realmente comienza cuando hay un descontrol sobre ellas y se comienzan a salir de las manos, por lo que se vuelve cada vez más difícil responder a ellas de manera responsable.
Esto suele suceder porque se adquieren demasiadas que, aunque parezcan menores, en conjunto, significan una buena suma de dinero mes con mes.Para ayudarte a no caer en estos problemas, traemos para ti las 15 deudas más comunes. Te recomendamos leer este post y evitarlas en la medida de lo posible, sobre todo, en conjunto.
Empecemos con algo básico.
Aunque este término es por demás conocido y estamos familiarizados con él, vale la pena definir qué es una deuda. Se trata de un monto que alguien debe a otra persona, institución, empresa u otro.
Generalmente, las deudas tienen una fecha límite para ser saldadas, misma que se pacta desde el momento en que se adquiere para evitar problemas y un incremento en los intereses.
Sin embargo, también existen deudas informales. Por ejemplo, aquellas que se dan entre amigos o familiares, donde no se establecen aspectos legales u obligaciones y no hay intereses.
En las que nos vamos a enfocar en este artículo es en las deudas formales, que son las que más problemas nos pueden causar si no tenemos control sobre ellas ni una buena administración.
Seguramente, existen muy pocas personas que carecen de deudas, pues la mayoría busca salidas más o menos rápidas para cubrir diferentes necesidades, como ropa, utensilios para la casa, electrodomésticos, etcétera.
Aquí te van las 15 deudas más comunes que debes evitar si deseas tener un mejor control de tus finanzas. Muchas de ellas pueden parecer importantes, pero puedes cubrirlas fácilmente ahorrando y así evitas mayores inconvenientes.
Una de las grandes tentaciones de las personas son las adquisiciones a través de tarjetas departamentales porque los pagos suelen ser bastante pequeños y se hace fácil adquirir diferentes productos de la vida diaria.
El problema realmente surge cuando no se tiene un buen control de los pagos y terminas atrasándote, haciendo que los intereses se incrementen y sea cada vez más complicado saldar esas deudas.
Los famosos meses sin intereses son un arma de doble filo porque te permiten tener acceso a varios productos o bienes, pero debes ser consciente del tiempo que tendrás que comprometerte con el pago.
Muchas veces se adquieren cosas cuya funcionalidad va a durar menos que el plazo que se adoptó para pagar, por lo que se suele dejar de lado y la deuda solo comienza a crecer, siendo difícil salir de ella.
Aunque este tipo de deudas no tiene consecuencias a nivel legal, es importante que siempre que acudas con algún amigo o familiar por ayuda, tengas la conciencia de que tendrás que pagar ese dinero en el plazo acordado (en caso de acordarlo).
Estas deudas son de las más comunes y debes evitar quedar mal para que, cuando lo necesites, puedas volver acudir con tus amigos o familiares y estos te puedan respaldar.
Trata siempre de ajustarte a tu presupuesto para no pedir extra, pero en caso de emergencias o sucesos inesperados, puede ser una buena opción si la cifra es más o menos menor.
Contar con un automóvil es muy importante para la mayoría de familias y personas, pero gran parte de los créditos automotrices vienen con una tasa de interés bastante alta, por lo que se debe analizar muy bien la situación antes de tomar la decisión.
El tiempo suele ser amplio y debe haber mucha seguridad financiera para adquirir este compromiso, pues se paga en 3 o 6 años en promedio y siempre hay riesgos, como pérdida de empleo.
Además, los intereses suelen ser casi interminables, pues los pagos de los primeros años no se van a capital, sino que gran porcentaje se va a intereses, por eso lo recomendable es esperar alguna promoción de meses sin intereses o tasa de interés baja.
Lamentablemente, ese tipo de oportunidades no son habituales en las agencias, por lo que las personas se arriesgan y prefieren pagar muchos intereses con tal de tener un auto. Nuestra recomendación es siempre ser paciente y estudiar la situación financiera a corto y largo plazo para saber si adquirir esta deuda es buena idea o no.
Las tarjetas de crédito son una de las deudas más comunes porque son relativamente fáciles de obtener y se vuelve muy sencillo pagar todo con ella, perdiendo el control de los gastos que se tienen.
No es hasta que llega el estado de cuenta que solemos caer en cuenta de que nos pasamos del presupuesto, pero ahí ya es un poco tarde para revertir la situación.
Además, está el espejismo del pago mínimo, que nos ayuda a no tener tan mal historial; sin embargo, hace que los intereses crezcan y que se vuelva difícil salir de ese círculo vicioso que es solo pagar lo mínimo.
Una de las grandes preocupaciones personales es la educación, sobre todo, en esta actualidad, en la que la formación es cada vez más importante para aspirar a puestos o empleos mucho mejor pagados.
Esto ha ocasionado que se adquieran cada vez más deudas para cubrir especialidades, maestrías y másteres no solo para beneficio propio, sino también para los hijos, tratando de que estén cada vez más preparados.
Estas deudas son muy fáciles de adquirir porque hay un elemento de superación y sentimental de por medio, por lo que se consideran deudas buenas. El problema realmente viene cuando nos sobreendeudamos y no podemos responder a los compromisos adquiridos.
El pago de colegiaturas, la adquisición de útiles o insumos escolares y el enviar a los hijos a otros países para que reciban una mejor formación son unas de las principales razones por las que las personas adquieren deudas relacionadas con la educación.
Si bien este tipo de eventos no se puede prever, sí se puede evitar adquirir deudas causadas por una emergencia o una enfermedad y es por medio de seguros o pólizas.
Es mucho mejor invertir una cantidad menor cada mes en un seguro que desbalancearnos totalmente y perder liquidez financiera por una emergencia o algún evento médico.
Trata de evitar a toda costa estar desprotegido frente a este tipo de escenarios porque suelen ser los que más gastos inesperados y fuertes representan. Puede que no sean tan recurrentes, pero una sola situación puede conllevar un gasto y deuda muy grandes.
Comprar una casa claro que es importante y puede ser más que una deuda una gran inversión, pero para que eso suceda se deben tomar decisiones inteligentes y, sobre todo, tener paciencia.
En muchas ocasiones, se toman decisiones en el calor de la necesidad o ilusión y no se consideran todas las variables, como buscar una buena financiera, una adecuada tasa de interés y, sobre todo, hacerlo en un momento de solidez financiera personal.
Nunca hay garantías, es verdad, pero este tipo de adquisiciones se debe hacer cuando ya se tiene cierta certeza sobre ingresos y egresos y se ha mantenido una buena administración por varios meses.
Las deudas por gastos hormiga son de las más comunes porque se trata de pagos que parecen insignificantes y que, incluso, a veces olvidamos, pero a la larga y conforme se van juntando, representan una cantidad de dinero importante.
Es muy fácil caer en ellas porque no vamos tomando consciencia de todo lo que hemos ido gastando hasta que vemos las cuentas o llegan los estados. Aunque parezcan cosas menores, es importante tener un control de estos gastos para que no nos descoloquen en cuanto a presupuesto.
Este tipo de deudas tiene un gran impacto en las finanzas personales de muchas familias y personas en México, por lo que tienes que considerarlas y evitar que se hagan demasiado grandes.
Las deudas de subsistencia son todas aquellas que se adquieren con el objetivo de poder llegar medianamente bien al término de la quincena o el mes, según sea el caso.
Es decir, las adquirimos cuando nos quedamos sin dinero y debemos pedir algo de dinero prestado para poder afrontar los gastos del día a día, como comida, transporte y algunos otros gastos considerados menores.
Es muy común que, por falta de organización o por imprevistos, se tenga que pedir dinero prestado a conocidos, familiares o amigos y, al final, es dinero que siempre se debe pagar y que puede descolocar la siguiente quincena.
Por ello, es mejor tener buena organización y destinar bien el dinero para acabar el mes de manera correcta y liviana.
Las llamadas deudas de apalancamiento no son malas decisiones siempre, pero requieren mucho estudio y observación para evitar caer en malos negocios y terminar perdiendo dinero y sobreendeudándonos.
Debemos partir siempre de la idea de que una empresa o cualquier emprendimiento lleva muchos meses en despegar, por lo que las ganancias tardarán en llegar y se deben tener recursos financieros suficientes para soportar ese tiempo.
Además, se debe tener consciencia de que siempre existen riesgos, por lo que no hay certeza alguna de que vaya a funcionar el proyecto. Debido a ello, se tiene que estudiar muy bien en qué se va a invertir, cuánto y de dónde provendrán los recursos.
Se trata de deudas a largo plazo, por lo que lo ideal es siempre contar con un plan b que ayude a salir a flote en caso de que la idea inicial fracase.
En México, al menos 3 de cada 10 negocios muere en el primer año, según Experto Pyme, por lo que es importante evaluar todo el escenario y las posibilidades antes de adquirir deudas para invertir.
La adquisición de préstamos personales suele ser una de las deudas más comunes de las personas porque son de acceso relativamente fácil y ayudan a resolver problemas inmediatos de pequeños a medianos.
No está mal obtener financiamiento de este tipo, pero se debe tener cuidado porque la mayoría de los préstamos personales viene con altas tasas de interés, por lo que los pagos se pueden volver cansados y los plazos pueden parecer interminables, teniendo en cuenta que las cantidades otorgadas no son tan grandes.
Debido a estas características, es común que las personas terminen por dejar de pagar, haciendo que los intereses sigan creciendo y se vuelva una deuda difícil de saldar.
Las deudas tributarias hacen referencia a cualquier compromiso financiero que una persona debe pagar a la administración pública.
Este tipo de adeudos engobla dos supuestos: la obligación tributaria principal y los pagos a cuenta, o sea, retenciones, ingresos a cuenta, pagos fraccionados, entre otros conceptos.
Es muy sencillo caer en estas deudas por desconocimiento o simple olvido, pero trae graves consecuencias financieras, pues los intereses por incumplimiento de pago suelen ser un tanto elevados y traer problemas hasta legales.
La clave siempre está en buscar asesoría y estar pendientes de las obligaciones tributarias que se tienen ya sea como persona o como empresa o asociación para no afectar la solidez financiera.
Las deudas de consumo son todas aquellas que se adquieren para obtener un producto o simplemente realizar el pago de un servicio, como agua, luz, entre otros. Se trata, principalmente, de gastos que no se cubren en su totalidad, quedando un porcentaje pendiente.
Lo malo viene cuando no se entienden ni se respetan las condiciones de pago que se adquieren y se deja de cumplir con el compromiso adquirido, provocando que lo que empezó como un gusto o necesidad, acabe en problema.
Siempre que adquieras deudas de consumo es importante que tomes en cuenta las condiciones y consideres si vale la pena adquirirla según el objetivo. Por ejemplo, hacerlo por unas vacaciones, podría no ser la mejor opción si no cuentas con un respaldo económico.
Los microcréditos pueden ser un arma de doble filo porque al tratarse de cifras consideradas bajas, se tiene la idea de que es fácil darles la vuelta y pagarlos, pero sin una buena organización, se puede complicar.
Muchas familias en México adquieren microcréditos porque no representan trámites tardados ni muchos requisitos, siendo de muy fácil acceso. Incluso, ahora se pueden solicitar en línea y se otorgan rápidamente a través de depósitos o transferencias.
Y sí, los pagos parecen insignificantes, pero los intereses por incumplimiento suelen ser recurrentes en este tipo de deudas, haciendo que la cantidad vaya creciendo mes con mes y se vuelva difícil salir del compromiso.
Las deudas no tienen por qué ser malas. Se puede optar por créditos o diferentes financiamientos para adquirir bienes o saldar algunos pagos. El verdadero problema es cuando no se hace una verdadera planificación para responder a ellas.
Antes de adquirir cualquier tipo de deuda, es muy importante que realices un estudio y análisis de tu situación financiera actual, veas los pros y contras de tus decisiones o posibles decisiones y, entonces, elijas qué hacer.
Los préstamos y demás opciones financieras pueden ser tus grandes aliados, siempre y cuando seas inteligente y los puedas manejar estratégicamente, buscando siempre un beneficio mayor y a largo plazo.
Si has caído en alguna o varias de estas deudas, déjanos decirte que la batalla no está perdida. Siempre hay caminos alternativos para recuperar tu tranquilidad y bienestar económico. ¿Necesitas ayuda para afrontar tus deudas? No dudes en contactarnos.
En ION contamos con diferentes soluciones financieras para que logres salir de las deudas que te roban el sueño y te impiden seguir construyendo tu patrimonio y lograr estabilidad económica. ¡Ponte en contacto con nosotros!