Llevar el término estabilidad económica al plano personal es muy importante porque solo poniendo el foco en este elemento vamos a ser capaces de ponernos en acción para no tener que padecer por falta de solvencia en nuestra economía.
Aunque sabemos que el dinero no da la felicidad, se trata de un bien necesario para tener una vida tranquila y mejor organizada. Si al final del mes, siempre padeces por tener que estirar los últimos billetes, ¡tienes que trabajar en tu estabilidad económica!
No hace falta alarmarse, pues a muchos nos pasa en ocasiones, lo importante es que no se vuelva una constante y tomes acción para alcanzar la estabilidad que deseas. Para ayudarte, hoy vamos a decirte qué es la estabilidad económica y cómo puedes conseguirla.
La estabilidad económica es la capacidad de solvencia que se tiene en el corto y en el largo plazo; es decir, qué tan preparados estamos para afrontar gastos previstos e inesperados.
Representa la posibilidad de gozar de una vida sin tantas angustias financieras y ser capaces de manejar las finanzas de manera inteligente y estratégica para no padecer por ello.
La estabilidad económica te brinda un alto grado de certidumbre para hacer frente a diferentes situaciones que podrían presentarse, pues es un indicador de que se cuenta con respaldo y con una buena solvencia.
Los beneficios de lograr la estabilidad económica son bastantes, pero no es un camino sencillo. Es necesario ir creando buenos hábitos y teniendo conocimientos que ayuden para llegar a la meta.
Por ello, a continuación, te damos un par de consejos y una serie de pasos para que empieces hoy mismo a trabajar para alcanzar tu estabilidad financiera.
El primer paso rumbo a la estabilidad económica es analizar exactamente qué quieres conseguir y qué estás dispuesto a hacer para llegar a tu objetivo.
Debes tener bien claro el momento en que te encuentras actualmente y a dónde quieres llegar, pero tienes que ser brutalmente honesto de la situación que atraviesas, tanto familiar como personal y profesional.
Hazte las siguientes preguntas:
Lo ideal es buscar un equilibrio correcto entre lo que quieres lograr y los ingresos que percibes. En caso de que no sea así, debes bajar tu estilo de vida al nivel de tus ingresos para comenzar a buscar estabilidad económica; esa es la clave.
Una vez que conozcas cómo es tu situación actual, tienes que partir de ahí para diseñar un plan de acción claro.
Determina objetivos a corto, mediano y largo plazo para lograr estabilidad económica y también metas por áreas, por ejemplo, trabajo, educación, bienes, etcétera.
Pon en orden tus ingresos y egresos, decide cuáles de ellos son importantes y cuáles pueden eliminarse o reducirse para comenzar a destinar mejor lo que percibes cada mes y tener una mejor organización financiera.
Asimismo, es indispensable que aterrices tu plan y lo formalices. Recuerda que estamos saturados la mayor parte del tiempo, por lo que es fácil distraernos.
Si tienes tu plan para conseguir la estabilidad económica solo en tu mente, es probable que olvides elementos clave para triunfar con tu plan y que comiences a cambiar objetivos o prioridades.
Lo mejor es que escribas tu plan con objetivos, métodos y tiempos determinados. Puedes hacerlo de manera tradicional con lápiz o papel o en un algún dispositivo para que te mantengas enfocado en el plan de acción.
Pocas o muchas, la realidad es que casi todos tenemos deudas y muchas veces es complicado salir de ellas. Afortunadamente, siempre hay opciones, como la unificación de deudas, para que únicamente tengas un compromiso que cumplir y sea más fácil responder a él.
Aquí, en realidad, existen múltiples caminos, uno de ellos son los créditos que pueden ser de distintos tipos, tanto personales como créditos de liquidez.
Lo importante es que conozcas tu situación financiera y armes un plan para ir finiquitando adeudos poco a poco y de manera que no se vean afectados ni tú ni tu familia.
Esta es la regla de oro si quieres lograr estabilidad económica, por lo que tienes que hacer consciencia de todos los egresos que tienes por bienes o servicios y detectar cuáles son necesarios y cuáles son prescindibles.
En muchas ocasiones, nos gana el impulso y adquirimos algún producto a un alto costo o pagando intereses porque no tenemos el dinero suficiente para hacerlo de contacto, pero esta práctica es poco sana, pues se paga mucho más de lo que vale.
Por más que desees algo, haz balance y, si no puedes obtenerlo de contado o sin pagar más al financiarlo, lo mejor es que te abstengas a menos que sea vital ese gasto o inversión. Siempre piensa con la cabeza fría este tipo de decisiones.
Solo de esta manera podrás organizar bien tus finanzas y conseguir que tus egresos no superen tus ingresos.
Aunque no nos demos cuenta, generalmente, los problemas financieros no surgen por los gastos o pagos fijos que se tienen, sino por compras extra o innecesarias o gastos imprevistos.
Por esta razón, tienes que aprender a manejar los gastos que realizas día con día para que no te quedes sin posibilidad cuando surja alguna emergencia. Sí, las salidas están bien, pero no dejes que se vuelvan recurrentes.
Asimismo, asegúrate de contar con un ahorro de tres veces tu salario para poder enfrentar imprevistos, pues nunca se está exento de un accidente, una multa o alguna enfermedad.
Para alcanzar la estabilidad económica, no basta con tener un plan de acción definido, tienes que ser disciplinado y tener mucha voluntad para verdaderamente llegar a tu propósito.
Es común iniciar muy motivado y seguir el plan los primeros meses o las primeras semanas, pero luego te puedes confiar de más y volver a tus viejas costumbres: gastar de más o comprar pagando intereses.
Ten en cuenta que los gustos pasajeros, la mayoría de veces, no valen la pena como para arriesgar todo lo que has ido construyendo con esfuerzo y compromiso, así que haz balance siempre antes de tomar una decisión.
Este paso puede sonar muy complicado de dar o hasta imposible, pero créenos que no es así. Puedes empezar ahorrando el 10% de tu salario mensual e ir convirtiendo esta acción en un hábito.
Para conseguirlo, lo mejor es que, en cuanto te depositen tu salario, apartes ese porcentaje y lo metas en alguna cuenta de ahorros con un plazo corto fijo para que no tengas la tentación de sacarlo para cosas que no necesitas.
Aunque en un inicio parezca muy poco, mes con mes, te darás cuenta de cómo ese pequeño ahorro va creciendo y va siendo suficiente para afrontar cualquier tipo de incidente o problema inesperado.
Si quieres conseguir estabilidad económica, es fundamental que te eduques sobre el tema para lograrlo. Comienza a leer sobre finanzas, consejos para mejorar tu ahorro o tus métodos y demás temas que pueden ser útiles para ti en esta tarea.
Hay miles de personas que han pasado por el mismo proceso que tú que pueden ayudarte a entender mejor cómo alcanzar tus metas y cómo mantenerte enfocado a pesar de los obstáculos y las tentaciones.
Conforme vayas adquiriendo más conocimientos sobre eso, será más fácil que adquieras conciencia y que realmente te ajustes al plan de acción que trazaste para alcanzar tu estabilidad económica.
Reducir tus gastos no es suficiente para llegar a la meta: tu estabilidad económica. Otros de tus objetivos tiene que ser mejorar tus ingresos pero para ello, evidentemente, debes trabajar y esforzarte.
Dedica tiempo para aprender nuevas cosas y para actualizarte en tu campo de trabajo, con el fin de que tengas más oportunidades de crecer profesionalmente y aumentar tus ingresos, sea como parte de una compañía o como independiente.
Asimismo, no te duermas en la comodidad y mantente alerta y preparado para detectar oportunidades que se presenten y que te ayuden a mejorar tu salud financiera.
Uno de los mejores pasos que puedes dar para alcanzar tu estabilidad económica es invertir tu dinero de manera diversificada; nunca pongas todos tus ahorros o tu dinero en un único proyecto porque se corren muchos riesgos.
Lo ideal es que destines parte de tus fondos a distintos emprendimiento o inversiones. Asimismo, recuerda que no hace falta tener una cantidad considerable para empezar a invertir. Puedes empezar con poco e ir haciéndolo crecer.
Diversificando, no corres el riesgo de perder todos tus recursos en caso de que la inversión en cuestión no funcione o no prospere como lo proyectaste y tienes otras oportunidades de hacer crecer tus ingresos y llegar a tu meta.
El camino para conseguir estabilidad económica es largo y está lleno de retos y baches, pero no hay peor sendero que el que no se recorre, así que deja de poner pretextos y comienza a caminar a tu meta.
Sabemos que puede ser un mal momento para ti con todo el tema de la pandemia y la crisis económica, pero con pequeñas acciones se pueden ir logrando grandes cambios.
No permitas que tus deudas ni tu estilo de vida te aleje cada vez más de la estabilidad económica. En caso de que tengas problemas para salir de los problemas actuales, déjanos ayudarte para ver juntos una luz al final del túnel. No es tan complicado como parece, lo difícil es dar el primer paso.